En el mundo del análisis molecular, y esto se puede extender a todo tipo de análisis, es fundamental saber que lo que estás haciendo, está bien hecho. ¿Cómo podemos dar ciertas garantías de que nuestros procedimientos son correctos y persiguen el fin al que han sido destinados? Dicho de otra manera:
Cuando entrego un dato de una determinada molécula, ¿Cómo puedo saber si es verdad?
La respuesta es fácil: ese dato, debe ser una certeza. Por ello, se han elaborado internacionalmente una serie de parámetros que nos ayudan a comunicar que ese dato que estamos dando, es cierto. Hoy te introducimos en la validación de los métodos analíticos como expertos en normas GPM y GPD para la industria farmacéutica.
Dos definiciones:
«La validación de métodos, es el proceso por el cual se demuestra que los procedimientos analíticos son aptos para el uso indicado». FDA Draft Guidance – Analytical Procedures and Methods Validation
«La validación de un método analítico es el proceso por el cual se establece, mediante estudios de laboratorio, que las características de desempeño del método cumplen con los requisitos para las aplicaciones analíticas previstas». USP 31 –NF 26, Capítulo General Validación de Métodos Farmacopéicos
La industria farmacéutica lo sabe bien, ¡cuánto ha aprendido del pasado! Enantiómeros, impurezas, dosis no exacta, degradación, contaminación, etc. Esto hace evidente la necesidad de establecer unos criterios.
Desde el punto de vista farmacéutico la validación desempeña un papel importante en el descubrimiento, fabricación y control de calidad de productos de interés, siempre bajo el paraguas de las Normas de Correcta Fabricación o GMP.
Garantizar la identidad, la pureza, la potencia y el rendimiento de los productos farmacéuticos constituye un objetivo fundamental del análisis.
El capítulo 6 de las GMP de la Unión Europea (parte I), dedicado al Control de Calidad, incluye en el apartado de Ensayos, el punto 6.15 que indica que “los métodos analíticos deberán estar validados”. Aparece también el término verificación: “Un laboratorio que está usando un método de análisis y no realizó la validación original, debe verificar que el método es apropiado”. Y más adelante deja claro que todos los métodos deben ser aprobados: “Todas las operaciones de control descritas en la autorización de comercialización o en el dossier técnico deberán realizarse con arreglo a los métodos aprobados”
A su vez, el anexo 15 de las GMP de la Unión Europea sobre Cualificación y validación, dedica el apartado 9 a la Validación de métodos analíticos. Nuevamente recuerda que “todos los métodos de análisis usados en las actividades de cualificación, validación o limpieza deben validarse con unos límites de detección y cuantificación adecuados”.
Validación, verificación, métodos aprobados, límites de detección y cuantificación
También hay referencias a la validación de análisis microbiológicos de producto, que permita confirmar que el producto no influye en la recuperación de los microorganismos y a la validación de análisis microbiológicos de superficies en las salas limpias, para confirmar que los agentes desinfectantes empleados en la limpieza no van a influir en la recuperación de microorganismos.
Desgraciadamente estamos sometidos a una variabilidad que puede venir por:
En este punto, se hace necesario establecer unos criterios claros que nos ayuden a decidir si podemos fiarnos del método, y por tanto del dato, o no.
No todos los métodos analíticos están enfocados al mismo punto; según lo anterior, los ensayos pueden ser:
Buena pregunta: ¿qué es lo que validamos? Volviendo a las definiciones anteriores, la validación tiene que ver con el método, el procedimiento, el protocolo.
Todo lo que tiene que ver con el análisis es importante
Esto no hace más que afianzar la importancia de realizar un buen diseño experimental
Podemos dividir el método analítico en las siguientes fases:
Parece sencillo, pero nos encontramos con problemas graves a la hora de elaborar un diseño experimental.
Debemos tener en cuenta todos los puntos.
Empezamos con el muestreo: muchas veces viene ya dado, pero en otras ocasiones nos toca diseñar un buen plan de muestreo y de recogida de muestra. En el muestreo, se cometen la mayor parte de los errores del método analítico. Pongamos el caso de la monitorización de cierto fármaco en sangre: ¿Cómo debemos coger la muestra? ¿Cuándo?...surgen preguntas que deben hacerse para establecer los protocolos adecuados.
La conservación y el transporte de muestra también es algo que se debe valorar y que repercute en el éxito del análisis.
Ahora viene la etapa clave: el tratamiento de muestra. Las muestras, por lo general, deben someterse a tratamientos para que obtengan unas condiciones físico-químicas adecuadas para que puedan ser medidas. ¿Qué problema nos encontramos? Que existe pérdida de analito causada por los propios tratamientos. ¿Cuál es la conclusión?
¡Cuánto menos se trate la muestra mejor!
Análisis: se debe elegir la técnica instrumental más adecuada para hacer la medición del analito. La mayor parte de las técnicas son reproducibles, eso nos garantiza el análisis.
¿Qué se hace después? Si queremos saber la concentración o dar una respuesta cualitativa, hay que tratar los datos. Se ha mencionado que el método analítico está lleno de variabilidad. Pues bien, como se ha podido atisbar, la variabilidad está presente desde la propia muestra a analizar , hasta el tratamiento de los datos. Es fundamental valorar los resultados a través de los parámetros de validación.
Los parámetros de calidad de los métodos analíticos, son los criterios que nos ayudan a discernir si un método analítico concreto es adecuado para resolver un determinado problema.
Estos parámetros están expresados en términos cuantitativos.
¿Qué ocurre con los estudios cualitativos? Un estudio cualitativo muy demandado es el que indica presencia o no de una determinada molécula, por ejemplo, de una impureza. En este punto es vital la respuesta binaria: sí o no. Está o no está presente la molécula en la muestra.
Existen parámetros analíticos obligatorios en la validación, estos son:
Por otro lado, también tenemos parámetros analíticos optativos en la validación:
Si estos factores se pueden dar, el método estaría completo. Es importante tener en cuenta que
El método analítico debe estar bien estandarizado antes de iniciar el proceso de validación
En resumen, los objetivos que debe cumplir la validación son:
Una buena elección del método o un buen diseño es clave. Pero para eso, tenemos que pensar en muchos factores.
Una vez establecidos los protocolos y validados, deben seguirse escrupulosamente.
Es fundamental no quedarse en lo obsoleto, si un método no funciona, por muy establecido que esté, hay que actualizarlo. La regulación vendrá posteriormente.
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La liofilización es un proceso destinado eliminar el agua contenida en un alimento o sustancia. Consiste en llevar a cabo el secado a muy baja temperatura, produciendo su sublimación.
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